Uno de los aspectos más importantes de tu vida es tu relación con el dinero. De esta relación dependerá que puedas tener una vida tranquila, no tener problemas para llegar a fin de mes y poder disfrutar la jubilación que te mereces.
Una buena relación con el dinero está basada en el ahorro y la inversión. Es decir, ahorrar una parte todos los meses de tu sueldo, por pequeña que sea, e invertirlo para que al menos conservemos el poder adquisitivo.
Ahorro
El ahorro es un pilar fundamental. El ahorro te obliga a vivir un poco por debajo de tu nivel de vida, pero al mismo tiempo te enseña a ser más austero y te dará un futuro mejor.
Lo ideal es ahorrar, al menos, un 10% de tus ingresos. Puede ser más en ciertas ocasiones, o menos si por ejemplo acabas de tener un hijo. Pero imponte la obligación de ahorrar algo todos los meses.
Fondo de emergencia
Un fondo de emergencia es una cantidad que te permite vivir durante unos meses sin ingresos, o pagar la avería del coche o cualquier otro tipo de gasto repentino.
El fondo de emergencia sirve para que no tengas que echar manos de la tarjeta de crédito (un 20% de interés es carísimo) o pedir un préstamo personal.
Una vez que tengas tu fondo de emergencia, debes plantearte la inversión.
Invertir tus ahorros
Ahora que ya te has comprometido a ahorrar todos los meses y tienes tu fondo de emergencia deberías plantearte la inversión.
Estos son los motivos por los que debes invertir:
Protegerte de la inflación: el problema de la inflación es que el dinero cada vez vale menos. Si inviertes y consigues la misma rentabilidad que el IPC habrá merecido la pena. Conservarás el poder adquisitivo de tus ahorros.
Hacer crecer tus ahorros: la inflación es esencial. Pero si además obtienes más rentabilidad, el resultado es que puedes doblar tu patrimonio cada varios años.
Para que te hagas una idea, la rentabilidad histórica media de La Bolsa es del 9% anual. Esto significa que tu patrimonio se multiplica por dos (obtienes un 100% de rentabilidad) cada 8 años.
También podrías invertir en renta fija (bonos corporativos o deuda pública), pero con los tipos de interés actuales no merece la pena. Al mismo tiempo, la renta fija históricamente siempre ha sido menos rentable que las acciones (bolsa).
Como estamos hablando para invertir a largo plazo, la decisión más sensata es invertir en renta variable. Siempre ha sido la inversión más rentable y no hay motivos para pensar que eso vaya a cambiar.
Así pues, vamos a ver estrategias para invertir en bolsa a largo plazo.
Invertir en bolsa a largo plazo
Lo bueno de la bolsa es que cualquiera puede convertirse en propietario de una empresa. Y ser dueño de una empresa te da derecho a obtener parte de las ganancias obtenidas por las ventas de sus productos o servicios.
De hecho, esta cualidad de las empresas de ser productores de bienes que los consumidores compran es por lo que a largo plazo las acciones siembre suben y reparten dividendos entre sus accionistas.
Cualquiera puede comprar acciones. Simplemente debes abrirte una cuenta de valores en un broker o en un banco y comprar la acción que más te guste.
En este caso, a grandes rasgos hay dos tipos de inversores: los que saben contabilidad y pueden analizar las cuentas de una empresa y los que no.
Por tanto, si quieres invertir en bolsa con sensatez y seguridad (y no como si fuese un casino) tienes dos formas de hacerlo:
- Analizar empresas por ti mismo, con los conocimientos y el tiempo necesario que esto implica.
- Delegarle la gestión de tus ahorros a un profesional: para ello, puedes invertir en un fondo de inversión. Y es que existe una amplia gama de fondos de inversión para cualquier perfil de inversor.
Invertir en un fondo de inversión
La inversión en fondos no ha parado de crecer en los últimos años. Hay tres motivos:
- Los tipos de interés están bajos y los depósitos bancarios ya no son una opción.
- Fondos de gestión activa extraordinarios. Son los llamados de metodología value investing o inversión en valor. El gestor más reconocido en España es Paramés, que ha conseguido una rentabilidad media anual del 15% de forma sistemática y consistente durante más de dos décadas.
- Fondos índice: los fondos índice (conocidos también como fondos indexados o de gestión pasiva) consisten en comprar la mayor parte de las empresas de un mercado y un país. Por ejemplo, puedes comprar (con una sola operación) todas las empresas del IBEX 35, las mayores empresas de Estados Unidos o las mayores empresas de los paises desarrollados con el MSCI World. Su principal ventaja es que tienen unas comisiones bajas (entorno al 0,3%) y su amplia diversificación geográfica.
A continuación vamos a ver las ventajas de los fondos value investing y las ventajas de los fondos indexados.