Interés simple
Interés simple vs interés compuesto
Ya hemos hablado más de una vez de la ventajas de invertir a interés compuesto por su efecto bola de nieve: la inversión crece cada vez más rápido, debido a que la rentabilidad obtenida en años anteriores se reinvierte dando lugar a plusvalías cada vez mayores. Es lo que se conoce como capitalización compuesta.
En esta ocasión, vamos a ver de forma gráfica cuánto tiempo necesitamos para duplicar una inversión de 100 euros, tanto si lo invertimos a interés simple como interés compuesto. ¡Vamos allá!
Interés simple
Consiste en invertir un capital a un tipo de interés y quedarnos con los beneficios obtenidos año tras años sin volver a invertirlos.
En el siguiente ejemplo, invertiremos 100€ al 10% anual. Como vemos, cada año obtendremos 10€ de rentabilidad. Cuando pasen 10 años, habremos obtenido 100€ de beneficios y nuestro patrimonio total será de 200€: los 100€ de la inversión inicial sumados a los 100€ de plusvalía.
En total, habremos duplicado nuestra inversión en 10 años, tal y como podemos ver en la siguiente gráfica.
Interés compuesto
Partimos de la misma situación anterior. 100€ iniciales a un 10% anual. Solo que en este caso, reinvertiremos las plusvalías.
Cómo podemos ver, el principal es cada vez mayor, obteniendo cada año más plusvalías que poder volver a invertir.
Si nos fijamos, en este caso, con capitalización compuesta habremos duplicado nuestro patrimonio en algo más de 7 años. De hecho, vemos cómo se cumple la famosa Regla del 72.
¿Cómo puede un pequeño ahorrador invertir con capitalización compuesta?
Dependerá del tipo de instrumento en el que inviertas, pero la operativa es similar a todos: reinvertir las plusvalías.
Algunos ejemplos:
- Inversor en acciones: destina los dividendos para comprar más acciones.
- Invierte en fondos de acumulación: los fondos de inversión de acumulación no reparten dividendos. Por el contrario, sus beneficios los reinvierten, consiguiendo el mismo efecto de inversión compuesta.