Eres joven. Tal vez estés comenzando tu carrera profesional y por fin puedes permitirte empezar a ahorrar. Y es ahora cuando debes empezar a sacarle partido al interés compuesto.
El interés compuesto no es más que obtener intereses de los propios intereses generados anteriormente. Y si eres joven (de 20 a 35 años), el interés compuesto hará crecer tus ahorros de forma exponencial hasta tu jubilación.
Llegados a este punto, probablemente estés considerando varias opciones: crear tu propia cartera de inversiones (acciones principalmente) o invertir a través de fondos de inversión, donde profesionales invertirán tus ahorros.
Ventajas de crear tu propia cartera de acciones
La principal ventaja de crear tu propia cartera de acciones es libertad absoluta para invertir tus ahorros. Si eliges esta opción, asegúrate de invertir en empresas de las cuales entiendas su negocio. No inviertas en determinada acción porque tu cuñado te la recomiende. Invierte en empresas con perspectiva de futuro, con claras ventajas competitivas (monopolios, efectos de red, sectores sólidos...).
En definitiva, evita chicharros y empresas poco sólidas o con un futuro incierto.
Fondos de inversión
Existen miles de fondos de inversión. Si te decantas por esta opción, asegúrate de conocer a los gestores que están detrás. Lee, investiga e infórmate.
En este aspecto, los fondos value son una excelente opción, pues invierten en compañías sólidas que en un momento puntual están infravaloradas por el mercado.
Otra ventaja de los fondos de inversión es su régimen fiscal, y es que mientras que tus ahorros estén invertidos en fondos, podrás aplazas el pago de impuestos hasta el rescate del mismo. Y en este aspecto, te verás beneficiado por la magia del interés compuesto por partida doble.
Eres joven. Evita la renta fija
La renta fija, con los actuales tipos al 0%, ofrece una pésima rentabilidad. Es más, en muchos casos perderás poder adquisitivo puesto que la inflación supera con creces la rentabilidad.
Ten en cuenta que la renta fija está indicada para personas con una edad próxima a su jubilación para asegurarse no perder patrimonio.
Como decimos, en personas jóvenes la volatilidad no supone un problema. Es más, la volatilidad es tu amiga. ¿Por qué? Porque cuando baja La Bolsa puedes aprovechar para comprar más barato