Invertir a largo plazo

Razones para NO invertir en renta fija

La inversión en renta fija se suele aconsejar para ahorradores que no quieren asumir riesgos. Sin embargo, vamos a ver diferentes tipos de perfiles de ahorradores y como la renta fija no es para todos. Pero antes de profundizar, ¿qué es la renta fija?.

Sintetizando, al invertir en renta fija estamos prestando dinero a alguien. Si invertimos en renta fija pública estamos prestando dinero a un Estado, mientras que si invertimos en bonos de renta fija corporativa estaremos prestando dinero a una empresa. A cambio de prestarles nuestros ahorros recibiremos una compensación en forma de tipo de interés, normalmente anual.

Al introducir el concepto de préstamo lo primero que podemos destacar es que invertir en renta fija no es 100% seguro, por la sencilla razón que el emisor puede tener problemas financieros futuros y no devolvernos total o parcialmente el importe de la inversión.

Una vez que tenemos claro el riesgo de impago, existen otros tipos de riesgo que también debemos contemplar:

  • Inflación: si el bono nos ofrece una rentabilidad del 1% anual pero la inflación es del 2% estamos perdiendo poder adquisitivo. Nominalmente la inversión habrá sido rentable, pero nuestra inversión, un año después, tiene menor poder adquisitivo, lo que significa que podemos comprar menos bienes y servicios.

  • Riesgo por el efecto divisa: imagina que inviertes en un bono denominado en dólar (o cualquier otra moneda distinta al euro) durante un año al 1% anual, pero a su vez, el euro sube frente al dólar un 5%. Cuando recuperes tu inversión, habrás perdido dinero, puesto que el dólar en un año ha perdido un 5% de su valor respecto al euro. Resultado: has perdido dinero.

Estos son los principales riesgos de invertir en renta fija en el corto o medio plazo. Si analizamos la inversión a largo plazo en renta fija, los resultados son mucho más desalentadores.