El hábito del ahorro y la inversión a largo plazo

Decía Benjamin Graham que “el camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: ahorro y trabajo”, y es que por mucho dinero que ganemos con nuestro trabajo, si no lo ahorramos o lo malgastamos, al final no tendremos un patrimonio sobre el que apoyarnos en caso de necesitarlo.

No se trata de acumular patrimonio por la simple satisfacción de tener una cuenta con muchos ceros. De lo que se trata es de ahorrar para poder comprarnos una casa, proporcionarles una educación de calidad a nuestros hijos o de contar con un buen colchón de seguridad si caemos enfermos y no podemos trabajar durante un tiempo.

Como fin definitivo del hábito de ahorro, la independencia financiera es un buen motivo para ahorrar. ¿Qué hay mejor que poder jubilarnos cuando queramos o dejarles un buen legado a nuestros herederos?

Por supuesto, con un buen hábito de ahorro no basta. También hay que invertirlo en algo que conserve su poder adquisitivo y que produzca más. Invertir en bolsa es una buena forma de invertir, y es que al comprar una acción, somos dueños de parte de una empresa que produce bienes y servicios que los consumidores demandan.

El hábito de ahorrar

Unos somos más manirrotos que otros. A unos les gusta la ropa de marca y otros prefieren marcas blancas. Unos prefieren iPhone y otros un smartphone de gama baja. Somos humanos y como buenos humanos que somos cada cierto tiempo no está mal un capricho. Pero con cabeza y responsabilidad.

¿Te has parado a pensar lo que supone ahorrar un euro hoy dentro de 30 años? Si lo inviertes a un 7,18%, duplicarás ese euro durante los primeros 10 años. Cuando pasen otros diez años tendrás 4 euros, que valdrán 8 euros cuando pasen otros 10 años. En definitiva, en 30 años has multiplicado un euro por 8. Por tanto, la inversión es imprescindible al ahorro.

Y en el largo plazo, con una esperanza de vida de 85-90 años y empezando a trabajar desde los 20-25 años puedes llegar a ahorrar mucho dinero y acumular un patrimonio realmente sustancial.